Abordaje del bullying y cyberbullying en el campo educativo


Por Diana Moreno
Directora de la Escuela Municipal D-73 de Antofagasta
La violencia y el maltrato escolar siempre han existido, obviamente, ajustados siempre a los tiempos que se estén viviendo como humanidad y sociedad. Después de un proceso pandémico COVID19, de encierro de casi 2 años, el cual aún no termina, sólo se han otorgado mayores libertades. Evidentemente, nuestros NNA (niños, niñas y adolescentes) modificaron sus conductas, sus relaciones, su mirada de la vida, y en muchos casos la definición de lo que es correcto e incorrecto, debido a que estuvieron expuestos a permutas radicales e imprevistas. A modo de ejemplo, en educación cambiaron el aula por una pantalla, la escuela por su casa; las conversaciones y relaciones con sus pares se modificaron radicalmente, debido a que se establecieron y se resumieron a emoticones o símbolos, los que se ejecutaban desde un aparato tecnológico. Esto redujo notablemente la emisión de la verbalización de las palabras.
Desde este prisma, podemos decir que se comenzó a transformar la forma y visión del cómo se establecían y establecen las nuevas representaciones de socialización con el mundo; y en esta nueva forma de socialización, también cambió el cómo se aprecia y efectúa la violencia o maltrato entre los alumnos y alumnas, pudiendo expresar que el bullying adoptó una nueva manera de ejecutarse: el ciberbullying.
Desde este enunciado, tenemos que comprender el cambio de paradigma humano que estamos viviendo como sociedad, el cual vino a cambiarlo todo, aclarando que este canje también golpeó con fuerza la educación. En este sentido, las escuelas estamos llamadas a dar una mirada humanizadora del educar, tal como lo afirma: Kant (2004), “…en la educación se encuentra el gran secreto de la perfección de la naturaleza humana” (p.50).
Aspectos tan importantes, pero a la vez relegados por la enseñanza prepandemia en las que se privilegiaba el contenido y no “el enseñar la para vida”, hoy pasan la factura en el escenario escolar a nivel país y de región. Actualmente, se torna imperativo ejecutar en las comunidades educativas. El enseñar para la vida, instruir en auto conocimiento, conocimiento del otro, en la sensibilización del impacto que tienen las acciones humanas en la sociedad; educar en emociones, para conocerlas, identificarlas y gestionarlas, y que sean transversales a los distintos sectores de aprendizajes. Sumando a lo anterior, la creación de estrategias simples, cómo abrir espacios de conversación en los NNA, para que relaten sus experiencias, a nivel pandémico y en la actualidad; y así puedan reconocer cuales fueron y son sus emociones y sentimientos más recurrentes, y el cómo pueden identificarlos y manejarlos. Realizar exposiciones narradas de docentes o especialistas, donde se les enseñe a auto conocerse, y también conocer al otro ser humano, y de este modo entiendan y comprendan que todos somos personas, que no existen distinciones, y como tal sentimos dolor, incertidumbre, miedos, alegrías, entre otros, y de esta manera los NNA sean llamados a empatizar y solidarizar con sus compañeros, y el dolor humano.
Otra acción relevante es el abrir espacios de juego y jornadas de deporte, baile, canto, etc., donde los estudiantes, liberen las emociones y sentimientos atrapados, y logren entender el trabajo colaborativo con sus pares, expresando de manera natural sus emociones, ya sean neutras, negativas o positivas. Salidas pedagógicas al aire libre, (cambio del escenario pedagógico), donde se realicen instancias de debates, y concientización de lo que está sucediendo, actividades al aire libre que concienticen el cuidado del medio ambiente, como un tema que es inherente a la consecución de la vida humana. Refrendado en las palabras de Kant: (2004) “…la idea de una educación que desarrolle en el hombre todas sus disposiciones naturales es verdaderamente absoluta” (p.50-51).
Si no damos estos espacios de apertura a nivel humano y social, los casos de violencia y maltrato irán en escalada, porque el tan sólo hecho de escuchar, de conversar, de conocerse y de conocer al otro, acciones netamente humanas, calman el alma, las ansiedades e incertidumbres. Es por esto, que los Centro Educativos tienen la misión imperativa de educar desde la integralidad, la cual implica dar atención a todas las dimensiones humanas, como también a aquellas relacionadas con la persona y su disposición dialógica frente a la realidad.
Bibliografía:
Mestre Navas J. M., Gutiérrez, J., Guerrero, C, Guil, R. (2007). Gestión de Emociones en el día a día: Potenciemos las Positivas y Controlemos las negativas, Editorial Pirámide. España
Kant, I. (2004). “Tratado de Pedagogía”. Revista Educación Hoy No 159. Bogotá.
Maritain Jacques, (1999). Humanismo Integral II, Biblioteca Palabra S.A. 2 edición. España.
Moreno Pastenes, Diana / Escuela D-73 (2021). Investigación Emociones en Pandemia COVID19, Plan Gestión de Emociones. Antofagasta, Chile
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