Una paternidad diferente


Hoy en día un padre requiere estar preparado para afrontar y adaptarse a las nuevas demandas y realidades sociales, por ejemplo: la incorporación de la mujer al mundo laboral y contar con la capacidad de gestionar sus emociones para responder asertivamente a estos cambios. En la actualidad ser papá es mucho más que proveer económicamente, implica brindar afecto, cuidados y tiempo de calidad para criar activamente a sus hijos.
A algunas mujeres les resulta difícil compartir el cuidado de su hijo durante los primeros meses de vida, a veces, incluso con el padre; situación bastante común si pensamos en el hecho de que la madre lo lleva en el vientre durante nueve meses y es el primer contactodel bebé al nacer. Si bien esta cercanía facilita la lactancia materna, es importante incorporar al padre tanto en el proceso de gestación como en las acciones que se realizan a partir del nacimiento del bebé.
Otro de los grandes retos a los que se enfrenta un papá, es que en ocasiones se le exige que sus cuidados y estilo de crianza sean iguales a los de la madre. Sin embargo, su rol como padre no consiste en imitar este papel, sino desarrollar y nutrir su propia paternidad.
Sentirse competente como padre aumenta semana tras semana, por ejemplo: algunos empiezan a manifestar satisfacción cuando descubren que pueden calmar el llanto de su bebé, incluso mejor que la madre, en especial si no es por tener hambre. Consiguen que el bebé acepte nuevos alimentos con mayor facilidad, ya que el niño asocia a su madre con la leche materna.
Ser un padre presente y comprometido influirá de manera positiva en el desarrollo y bienestar de un niño, esto es lo que afirman muchos de los estudios recientes relacionados con la paternidad.
El niño desarrolla:
- Mayor equilibrio psicológico.
- Más habilidades sociales.
- Mejor desempeño escolar.
- Recursos para enfrentar retos en su vida.
- Mayor cociente intelectual.
- Mejor autocontrol.
- Empatía y sentimientos de comprensión y cuidado hacia los demás.
- Más probabilidades de convertirse también en un padre comprometido.
- Menor incidencia de comportamientos disruptivos, depresión o ansiedad en la adolescencia.
Reconocer la importancia del hombre en el hogar y su papel insustituible como padre en la educación y crianza equilibrada de los hijos, será de gran ayuda durante esta labor.
Pon en práctica tu paternidad:
- Expresa palabras con cariño: “te quiero”, “cuentas conmigo”, “aquí estoy para ti”.
- Manifiesta tu afecto con abrazos, sonrisas, miradas.
- Comparte momentos divertidos: juega, canta, baila, pinta…
- Participa por lo menos en una comida al día.
- Involúcrate en los hábitos de sueño y de higiene.
- Apoya las transiciones importantes en su vida.
- Fomenta la exploración, el deporte y las artes.
- Asiste con regularidad a las actividades relacionadas con su educación.
- Muestra interés por sus gustos y preferencias.
Recuerda que la paternidad se aprende con la práctica, es natural tener algunos temores con relación al cómo ser padre; comparte tus preocupaciones con tu pareja o personas cercanas y recupera la confianza en ti mismo.
Fuente: Educacioninicial.cl